sábado, 31 de diciembre de 2011

Lo que queda del día


Lo que queda del día

de la vida

lo que aún no hiciste

lo que no sabés

lo que no esperás

lo que desconocés

eso

debés buscarlo

y cuando lo encuentres

de vuelta a empezar.

(2008)

domingo, 25 de diciembre de 2011

La rima

La rima final en la poesía
es como el centro tonal en la armonía.
Es un reposo,
un “volver a casa”,
aunque afuera haya habido una tormenta.

Y gusta más volver a casa
cuando mucho tiempo hemos estado fuera
y si ese afuera nos conmueve con el clima,
con sorpresas, con situaciones nuevas,
la vuelta a casa se convierte,
en el silencio que tras una vuelta inmensa
nos permite entrar de nuevo en nuestro centro,
en nuestro tono, una conciencia
que vibra en sintonía con el alma
que transporta nuestro cuerpo,
que conlleva emociones, recuerdos y momentos.

Un tono, una sílaba
y hasta un trazo de color que en un rincón del lienzo
recuerda al otro lado el parentesco.

Consonancia, rima,
acción cromática
que vibra en tu cerebro.

Y si te digo que entre todo esto
hay algo más que viaja con tus ojos
o tu oído en este vuelo…
Se llama pulso,
o ritmo,
o acento,
que entre pausas y continuos,
entre vacíos y llenos,
constantemente ignoras
porque late tras los velos
de lo que pasa fuera,
delante de tus ojos y resalta
a tu conciencia distraída
con tanto acontecer de golpe,
tan fuerte, tan agudo, tan brillante,
cegando a tu alma que en la fiesta
de los goces y las sombras
se olvida de los verdaderos
hacedores de lo que tu llamas verdadero.

Verdades a medias, consuelos, engaños,
distracciones.
Traiciones a ti mismo.
Urgencias de este mundo que por suerte
nos consuela cada tanto con un cuadro,
una frase rimada o suspendida
en el aire, abierta a la esperanza
y la fe de un nuevo verso.

O con un intervalo,
por lo menos consonante,
que apacigüe los ardores
interiores de tu cuerpo,
en ese cuerpo para adentro que es el alma,
irrevocable portadora que permite
al otro pasajero, el pensamiento,
vibrar en consonancia con el mundo,
sonreírle a la tormenta porque espera
al final de esta extendida carta
y la canción que eleva interminables versos,
llegar seguro al tono,
a la rima,
al punto de color,
al añorado puerto.

Tono, línea, rima, verso.
Tan sólo el equilibrio necesario
entre vigilia y sueño.
(2011)

domingo, 18 de diciembre de 2011

Víspera

I
Víspera
y frío
blanca nieve que anuncia.

Capa de paz que aplaca
y posterga un desenlace.

Caída en blanco silencio
pasos de oyentes
calor bajo un tapado blanco.

II

Misterio cae del aire
como pequeñas plumas geométricas.

La otra cara del hielo
es suavidad.
(2009)

Argentina


Abierto el corazón
como tu río más ancho
sobrepasada de forma
desbordada de contenido

aguas inocentes
de plata te atraviesan
y tus hijos que navegan
extasiados por tus venas
te debemos todavía
una madura escarapela

generosa Argentina
has criado cuervos y palomas
la carroña gime en paz
y la verdad pide permiso
a la belleza para entrar

cumpliendo veinte décadas
esperamos con nostalgia
que tus deseos
se hagan realidad.
(2007)

Argentina Football Club


Pasando la pelota a tus hermanos
armaste la jugada
dos cabezazos en el área y gol

pateando tu objeto deseado
y corriendo cuando lo perdés
a los toques llegás al mediocampo
y acelerando improvisás la individual
que te convierta en héroe
o en simple mortal

Vamos pibe, vamos
que los de enfrente
no te pueden ganar.
(2007)

Uno quizás


Uno quizás
talvez pero entonces
otro que más
y otro que menos
y yo voy a
porque antes no porque
ahora sí
ya lo sé y me río
estoy contento
porque mañana

dejémoslo ahí.
(2007)

Todo cabe


Una obra literaria
un concierto
un teatro

una pintura famosa
una danza
aquella escena

todo cabe
y todo parte
de una mente
y de una hoja en blanco.
(2007)

domingo, 11 de diciembre de 2011

Lluvia

Y la lluvia es agua
que densamente cede
al sediento deseo
de la tierra humana

siglos escuchándonos
luchar y pedir
discutir y llorar
y también reír de cansancio

entonces llueve la lluvia
complaciente y aburrida
de flotar como nubes
y se une con otras
para abrazarse
y caer sobre nosotros.
(2008)

Van Gogh


Con su “Wheatfield under thunderclouds” (Campo de trigo bajo nubes de tormenta) pude ver la línea imaginaria entre el arte plástico moderno y el anterior.
Van Gogh pinta un paisaje, pero la forma es novedosa. La intención del artista o la del cuadro –ya se puede discutir quién sirve a quién- deja de ser una retransmisión objetiva, una plasmación en imagen dictada por el paisaje mismo, sino que es el paisaje quien le brinda a Van Gogh el impulso y la materia para su cuadro, donde los colores bailan plenamente, libres de celdas y contornos, con su propia fuerza etérea, intrínseca y diferente en cada uno de ellos.

La sensación es que el azul y el verde sonríen, agradecidos, al paisaje, a Van Gogh y a su encuentro, por tener todo un lienzo para expresar sus cualidades más puras.
O es quizá Van Gogh quien agradece al paisaje y a los colores el poder expresar libremente lo que canta su alma. Ya que en todas sus obras el color puro es el que domina el cuadro y el que decide dónde empieza uno y dónde termina el otro, dejando aparecer las formas como resultado orgánico de la combinación de gamas y colores. Véase la supremacía de estos por sobre la poca importancia de los rasgos humanos en sus retratos.
También supo copiar obras ajenas en bocetos blanco y negro y reinterpretarlas mediante sus propios juegos de colores.
(2010)

Bs. As.

Hijos de hijos
desde todos lados
convergiendo
en un desierto fértil.

La visión extra
que trae consigo
todo inmigrante
se hace carne
en miradas lúcidas
y cejas atentas
que los ojos disimulan
clavados en el suelo.

Y los hijos de los hijos
de los padres y los nietos
bisnietos con espejos
metidos en la sangre
son miradas extra
cámaras de más.

Alarmas encendidas
para saber en dónde
posar la mano
o abrir el corazón.

Miradas extra
visión ibérica
competencia siciliana
sobre ladrillo eslavo
sumisión aborigen
talones perseguidos.

Esperas del mañana
orgullo del pasado
resignación presente
economía endócrina
y cultura consecuente.
(2004)

Mis principios


Soy un hombre de principios.

Lo que me falta son finales.
(2003)